"Puesto que tenéis un ideal espiritual, al menos en los días en que participáis en nuestras reuniones fraternales, debéis consagraros a ellas completamente y con plena atención. Pues si os distraéis, no obtendréis grandes resultados. Cuando volváis a vuestra casa, podréis retomar todas vuestras ocupaciones, pero durante esas reuniones, intentad aislaros un poco para reencontraros a vosotros mismos, para comprender quiénes sois, cuál es el sentido de vuestra existencia, y tener por fin una pequeña conversación con el mundo divino.
Si en esos momentos en los que tenéis que concentraros y meditar dejáis que vuestro pensamiento se despiste, entonces ¿para qué sirve que estéis ahí? Incluso perdéis el tiempo. Dado que nos reunimos para reencontrarnos, purificarnos y esforzarnos en realizar un trabajo divino, intentad no dispersaros con actividades que introduzcan en vosotros elementos extraños a ese trabajo."
Fuente:
http://www.prosveta.com
11 de agosto del 2020