"El ruido retiene al hombre en las regiones psíquicas inferiores: le impide entrar en ese mundo sutil donde el movimiento se vuelve más fácil, la visión más clara, el pensamiento más creador. Por supuesto, el ruido es una expresión de la vida, pero no de los grados superiores de la vida, revela más bien una imperfección en la construcción o el funcionamiento de los seres y de los objetos. Una máquina que empieza a hacer todo tipo de ruidos es una máquina averiada.
El mismo dolor es un ruido que nos avisa de que las cosas están a punto de estropearse en nuestros órganos. En un cuerpo sano los órganos son silenciosos. Por supuesto, se expresan porque están vivos, pero se expresan sin ruido. El silencio es el signo de que todo funciona correctamente en el organismo. "
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