"Muchos piensan que lo esencial es trabajar por el bien de la sociedad, y que no tiene importancia creer en Dios. Pues bien, se equivocan, porque después de un tiempo, esta sociedad sin Dios degenerará. Como no tendrá, en su centro, un punto sublime sobre el que girar, los humanos dejarán de ser criaturas sociales perfectas: se deslizará en ellos la codicia, el prejuicio y la injusticia. Todas las sociedades que no han tenido un punto sólido al que aferrarse para impedir desarrollarse a las fuerzas negativas, han terminado por derrumbarse.
Cuando una sociedad vive con la conciencia de la existencia de un mundo superior, fluye en ella una fuerza tal que todos los elementos nocivos son aniquilados, habiendo entonces muchas más posibilidades de establecer leyes justas que contribuyen al bienestar de todos. Pero cuando la intensidad espiritual comienza a bajar, se despiertan fuerzas negativas que, sin nada que les amenace, invaden todos los dominios. Si existen tantos males en la tierra, es porque los humanos han dejado debilitar en ellos y en la sociedad la conciencia de la Divinidad."
Fuente:
http://www.prosveta.com
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05 febrero 2020