Por Wesam Bahrani
15 de diciembre de 2025
TEHERÁN – Hamás afirma que la Operación Inundación de al-Aqsa marcó un momento crucial en la lucha del pueblo palestino contra la ocupación.
El movimiento de resistencia palestino subrayó el fracaso de Israel en lograr sus objetivos a pesar de su enorme maquinaria de guerra.
Hamás hizo la declaración al conmemorar el 38o aniversario de su fundación. Conmemoró el aniversario en medio del actual ataque genocida contra Gaza, que ha tenido como objetivo a más de dos millones de palestinos, y mientras continúan los crímenes de Israel en la Cisjordania ocupada y al-Quds (Jerusalén) ocupada.
Hamás se fundó en medio de la primera intifada (levantamiento) palestina en 1987, en medio de una agresión israelí generalizada contra el pueblo palestino. La resistencia armada se ha convertido en una respuesta natural a la brutal ocupación del régimen israelí.
Los expertos señalan que la ocupación del régimen y sus actos atroces en los territorios palestinos siempre producirán resistencia porque niegan a las personas derechos básicos, dignidad y control sobre sus propias vidas.
El régimen de ocupación sionista determina dónde y cómo se permite a los palestinos vivir y viajar. Los puestos de control, la confiscación de tierras, las demoliciones de viviendas, los arrestos y las redadas militares no son políticas abstractas. Cuando estas condiciones persisten durante décadas, la resistencia se convierte en una respuesta social natural.
La historia demuestra que el régimen militar prolongado genera resistencia en todas partes. Los palestinos no son diferentes. Cuando las vías políticas están bloqueadas y la diplomacia no produce ningún cambio significativo, los pueblos indígenas del país libran resistencia armada para cumplir con su deber consagrado en el derecho internacional.
La agresión también alimenta la resistencia al reforzar la identidad colectiva. Cada asalto militar, muerte de un civil o acto de desplazamiento profundiza el trauma compartido y la memoria compartida. Esto crea la sensación de que la supervivencia misma requiere oponerse a la potencia ocupante, como es ampliamente evidente en el genocidio de Gaza.
El enfoque internacional de la cuestión palestina a menudo ignora las raíces políticas de su difícil situación. Las fuerzas israelíes pueden, en ocasiones, perturbar temporalmente la resistencia, pero no abordan por qué existe ni eliminan la lucha armada para siempre.
En otros lugares, Hamás rechazó categóricamente todas las formas de tutela o mandato sobre la Franja de Gaza o cualquier parte del territorio palestino ocupado, advirtiendo contra la complicidad en planes de desplazamiento y los intentos de rediseñar Gaza de acuerdo con los “planes del ocupante”.
Subrayó que sólo el pueblo palestino tiene derecho a decidir quién lo gobierna y es capaz de gestionar sus propios asuntos. También poseen el derecho legítimo de defenderse, liberar su tierra y establecer un estado independiente y plenamente soberano con al-Quds como su capital.
Hamás enfatizó que el genocidio y la hambruna colectiva del régimen sionista en Gaza, así como sus comportamientos ilegales en Cisjordania y al-Quds ocupado, son sistemáticos y están bien documentados y no serán borrados por el paso del tiempo.
El movimiento de resistencia reafirmó que la guerra genocida del régimen de ocupación, el uso del hambre como arma y las violaciones de la soberanía en Palestina y otras naciones árabes han establecido definitivamente a Israel como una entidad rebelde que representa una amenaza genuina a la estabilidad regional y la paz y la seguridad internacionales.
Esto, dijo Hamás, requiere una acción internacional decisiva para frenar al régimen sionista, detener su terrorismo, aislarlo y poner fin a su ocupación.
El movimiento expresó su reconocimiento por los esfuerzos y sacrificios de todas las fuerzas de resistencia y los pueblos libres de la región y más allá que han apoyado al pueblo palestino y su lucha por la libertad.
Khalil al-Hayya, jefe del movimiento, afirmó que las prioridades de Hamás en esta etapa incluyen poner fin a la guerra genocida, completar la entrada de ayuda humanitaria e implementar plenamente el acuerdo de alto el fuego. También destacó que la resistencia es un derecho legítimo.
Al-Hayya afirmó que el liderazgo del movimiento ha adoptado prioridades claras para la próxima fase para enfrentar los desafíos.
El principal de ellos, dijo, es continuar los esfuerzos para detener el genocidio, en particular garantizando el flujo de ayuda y reabriendo el cruce de Rafah.
Señaló que el aniversario de la fundación de Hamás se produce en medio de una realidad fundamentalmente diferente para la causa palestina, ya que el pueblo palestino soporta días extremadamente difíciles debido a la agresión y el genocidio del régimen sionista.
Al-Hayya rindió homenaje al alto comandante del movimiento, Raed Saad “quien dedicó su vida a su fe y a su patria, luchó en el camino de Dios y vivió mientras era perseguido implacablemente por el régimen ocupante”
También destacó el sufrimiento de los palestinos, que enfrentan dificultades, privaciones y continuos intentos de borrar su identidad.
A pesar de estas dificultades, dijo al-Hayya, la narrativa sionista dominante desde hace mucho tiempo se ha derrumbado y han surgido nuevas convicciones entre las élites en ascenso. Sostuvo que el pueblo palestino y su resistencia han logrado importantes avances estratégicos, entre ellos romper el mito de la disuasión estratégica, exponer las reivindicaciones del régimen sionista, llevar a líderes y soldados israelíes ante tribunales internacionales y revelar la verdadera imagen del régimen al mundo.
El jefe de Hamás también conmemoró a los “mártires del mundo islámico” durante esta fase, entre los que destacan el mártir Secretario General de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrallah, y el mártir comandante iraní Mohammad Saeed Izadi (Hajj Ramadan).
Fuente:https://www.tehrantimes.com/news/521691/38-years-after-the-founding-of-Hamas