Pensamiento del lunes 14 de febrero de 2022.
"Toda la cultura contemporánea nos enseña a envejecer lo más rápido posible. ¡Oh!, no físicamente, claro, pues cada día se inventan cantidad de productos y de métodos para mantener la forma física, conservar la línea, eliminar las arrugas. Pero, interiormente, psíquicamente, los jóvenes envejecen cada vez más rápidamente. Como si el sentido de la vida consistiese en volverse desconfiados, calculadores, apagados y aburridos.
Y cuando un adulto se manifiesta con sencillez, espontaneidad y confianza, no se le considera ni sabio ni profundo. Pues bien, sabed que con esta filosofía que mata, cada vez más, los buenos impulsos de la naturaleza, el hombre se destruye. Para salvarse, debe conservar un corazón de niño, siempre vivo, amante, interesándose por todo, perdonando, alegrándose por mínimas cosas, olvidando rápidamente las vejaciones, las tristezas y las caídas, un corazón constantemente dispuesto a amar, a abrazar el mundo entero, un corazón que no se encoja,que no se enfríe. Mientras su corazón conserve su calor, el hombre no puede envejecer."