Pensamiento del Sábado 12 de febrero de 2022.
"Os encontráis al borde del océano, y con un pequeño bastón, que hacéis girar, agitáis el agua: poco a poco, ramitas, trozos de papel, tapones, empiezan a girar... Y si perseveraseis en ello, pronto veríais como pequeños barcos... grandes barcos... el mundo entero, se pondría también a girar. El océano etérico en el que estamos sumergidos, es semejante al océano líquido, y, mediante el pensamiento, siempre y cuando no nos detengamos jamás, podríamos remover el mundo entero. Pero como no nos ejercitamos, y, sobre todo, como no somos perseverantes, evidentemente, nada se produce.
Mientras no hayáis comprendido algunas reglas en las que está basada la vida espiritual, no podréis convertiros en conductores del mundo divino, en obreros en el campo del Señor. Así que, proseguid el movimiento hasta que todas las partículas sean arrastradas en la misma dirección, para así realizar el trabajo luminoso que habéis emprendido, no solo sobre vosotros mismos, sino sobre todas las criaturas de la tierra, y aún más lejos, en el cosmos. "