"Dios extiende su amor sobre todos los seres, buenos y malos, pero el hombre puede recibir o rechazar ese amor. Dios nos lo envía, pero si nos cerramos y si tampoco le amamos, no recibimos nada, y todo sucede como si no nos amara. En realidad, a Dios le da igual que le amemos o no, eso no le hará cambiar. Pero si no le amamos, seremos nosotros mismos los que nos pondremos en mala situación: como estamos rodeados de caparazones, Dios no puede penetrar en nosotros.
El Señor ha construido el universo sobre leyes absolutas. Si alimentamos sentimientos de duda y de rebelión, desprenderemos vapores tan opacos que impedirán que nos alcancen los rayos del sol divino, e inmediatamente nos sumergimos en la oscuridad y el frío."
Fuente:
http://www.prosveta.com
24 junio del 2020