"Moisés impuso a su pueblo leyes implacables: ojo por ojo, diente por diente: la minima falta debía ser castigada, nunca se consideró la indulgencia ni el perdón. Pero eso era normal porque la humanidad se encontraba en un grado de evolución en el que eran necesarias reglas estrictas y debía empezar por aprender la justica. En aquella época, la justicia era ya un gran progreso. Pero esa situación no podía durar eternamente. Dios es clemente y misericordioso, y era preciso que los humanos fuesen como Él, clementes y misericordiosos.
Por eso Jesús vino a enseñar el perdón. Estudiad su forma de actuar con la mujer adúltera que los fariseos querían lapidar: con su actitud Jesús transgredía la ley de la justicia pero, al transgredirla, instituía la ley del amor. "
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