"No debéis dejaros llevar por vuestras simpatías y antipatías, sino aprender a utilizarlas. Cuando alguien os resulta simpático, pensad en él para alegraros y animaros. Si alguien simpático actúa favorablemente sobre vosotros, aprovechad las buenas disposiciones que despierta en vosotros. Diréis: “Y con alguien antipático, ¿qué hacer?” Pues bien, en tales casos, ejercitaos y decíros:
“¡Vamos! ¡ahora hay que superar eso!” Probadlo, y veréis cuán fuertes y poderosos os volveréis. Si, siempre se os presentan ocasiones para fortaleceros. ¿Por qué no las utilizáis? Os aferráis a vuestros sentimientos de simpatía o de antipatía… No, eso no es suficiente, hay que saber que estos impulsos nacen en vosotros, no para que os abandonéis a ellos, sino para que los utilicéis inteligementemente y los hagáis servir para vuestra evolución."
Fuente:
http://www.prosveta.com