Pensamiento del jueves 18 de julio de 2024.
"Del mismo modo que existen bancos en la tierra, existen también bancos en el Cielo. Todas nuestras emanaciones puras y luminosas, todos nuestros actos, nuestros sentimientos y nuestros pensamientos inspirados por la nobleza, el altruismo y la generosidad son clasificados sin que nos demos cuenta, por entidades que tienen asignada esa tarea, y después, depositados en el banco celestial como un capital a nuestro nombre. Más adelante, cuando pasemos dificultades o queramos hacer el bien y ayudar a las criaturas, podemos pedir una ayuda, un apoyo, y ese banco nos lo da enseguida. Pero si no hay ningún capital depositado, el banco celestial no nos conoce.
¿Cuántos se preguntan si sus oraciones son escuchadas o no por el Cielo? He aquí la respuesta: el Cielo solo escucha y concede a aquéllos que han depositado riquezas en el banco divino. "