Pensamiento del domingo 11 de julio de 2021.
"¡Cuántas personas en la sociedad son inteligentes, emprendedoras, voluntariosas! Pero estas cualidades, que han recibido para la gloria de Dios y el bien del mundo entero, las desvían para utilizarlas en su propio interés. Y es así como cortan el vínculo con Dios.
Evidentemente, en un primer momento, la rotura de ese vínculo no les priva de sus facultades: les quedan reservas, algunas latas llenas, algunas cajas, aparatos... Todo esto no desaparece de repente, igual que las vigas de madera, que no se deshacen de inmediato al empezar a roerlas los gusanos. No reciben nuevas mercancías, ni agua fresca, pero como aún tienen algunas provisiones, siguen viviendo de ellas y obtienen buenos resultados. Sin embargo, esta situación no les puede durar mucho tiempo; puesto que no serán alimentados por nuevas fuerzas, la fermentación, la podredumbre, los microbios y los gusanos empezarán a destruirlos, y un día, se producirá la caída, o una pérdida, o una enfermedad: porque dejaron de beber de la Fuente."