Pensamiento del lunes 5 de abril de 2021.
"Con el fin de llamar la atención de un Iniciado, una mujer se presenta ante él con el pelo rizado, maquillada y perfumada: en su rostro lleva toda clase de maquillaje: negro, azul, rojo, verde… El Iniciado, que entiende la belleza de un modo muy distinto, no le dirá que se equivoca, que ni siquiera sabe ante quién se presenta, pero su opinión no será demasiado buena.
Algunos dirán: “Ah, he comprendido, a partir de ahora me presentaré ante un Iniciado vestido con harapos”. Pues bien, haréis como ese ateniense orgulloso que, para ganarse la estima de Sócrates, se vistió con trapos. Se presentó ante él y Sócrates le observaba… le observaba… Se veía incluso la piel a través de las rasgaduras de la tela. Sócrates le dijo: “Ves, es todavía tu orgullo el que aparece a través de esos agujeros”. ¡No se equivocaba! Para un Iniciado, le es indiferente que vayáis vestidos como un andrajoso o suntuosamente, porque lo que él observa es vuestra alma."