Pensamiento del domingo 13 de marzo de 2022.
"Creando en sí mismo una imagen que abarque todas las perfecciones, alimentándola y reforzándola, poco a poco el discípulo se convierte en otra criatura, porque esa imagen que penetra en él le transforma. Y una vez que ha logrado crear en él esta imagen divina, dondequiera que vaya, esa imagen influencia benéficamente a las criaturas, incluso a los animales, plantas y minerales, a toda la naturaleza, porque surgen de él rayos, fuerzas y vibraciones que actúan favorablemente, aportando el orden, el equilibrio y la armonía.
¡Cuántas personas desean que se les ame y hacen todo lo posible para lograrlo! Pero desgraciadamente, solo hacen esos esfuerzos exteriormente.
Para ser amado, hay que cambiar nuestras vibraciones, volverlas más dulces, más pacíficas, más armoniosas, y esto solo es posible si hemos creado en nosotros mismos una imagen divina, un alto ideal."