Pensamiento del domingo 8 de agosto de 2021.
"Algunos esperan que la vida les enseñe a conocerse y, de hecho, la vida es perfectamente capaz de enseñarles, pero necesitarán mucho tiempo y les costará mucho. Es preciso que sepan que existe un medio mucho más fácil, y es pedir al Cielo que los sitúe frente a un espejo perfecto, es decir, un ser de gran abnegación que no tiene ningún interés en engañarles, o aprovecharse de ellos. ¿Dónde encontrar tal espejo? En un Iniciado. Es a él a quien debéis preguntar: “¿Qué hay en mí? ¿Cuáles son las debilidades que debo combatir, los talentos que debo desarrollar? ¿A qué trabajo estoy predestinado?” Y él, que es desinteresado, os dará respuestas impecables.
Ahora, si este espejo comienza a reflejar algunos de vuestros defectos, ¿debéis enojaros con él? Al contrario, debéis dar gracias al Cielo y decir: “¡Ahora que me conozco, cuántas catástrofes evitaré, cuántas desgracias ahorraré a los demás y a mí mismo!”."