Pensamiento del domingo 3 de enero de 2021.
"Pase lo que pase, un verdadero espiritualista nunca interrumpe el trabajo divino que ha emprendido. Incluso en medio de las peores pruebas, se dice: “He aquí de nuevo una buena oportunidad para movilizar y unir a todas las fuerzas hostiles al servicio de mi trabajo”. La mayoría de humanos, incluso si no les ocurre nada malo, se las arreglan para destruir con su despreocupación todo lo que pudieron ganar de bueno. Así pues, creamos, destruimos, creamos, destruimos... y por eso no obtenemos resultados.
Para obtener resultados, hay que mantener el trabajo espiritual que hemos emprendido, es decir, poner todo al servicio de ese trabajo: lo bueno, lo malo, la alegrías, las penas, las esperanzas, el desánimo, si, todo al servicio del trabajo. He aquí verdaderamente lo que es construir, porque cada día aporta elementos nuevos."