Pensamiento del miércoles 20 de enero de 2021.
"Para afirmar su libertad, los humanos tratan de saltarse todas las barreras morales que los Iniciados del pasado colocaron para protegerles del desorden de las pasiones. No saben, los muy ignorantes, que tal desorden está consumiendo todas sus energías divinas. Porque para alimentar el fuego que les posee, están obligados a darle todos sus recursos, todos sus materiales. Es un fuego que alimentan con la sustancia misma de su ser. Imposible de ofrecerle los negocios del vecino o los árboles del bosque: se alimenta de sus propias reservas, de su propio combustible, de su quintaesencia. Para mantenerse como hacen cada día, en esas efervescencias y esas erupciones volcánicas, están obligados a quemar sus energías más preciosas. Cada vez, sin saberlo, pierden una parte de su inteligencia, de su pureza, de su fuerza, de su belleza, y finalmente, cuando lo han derrochado todo, se encuentran embrutecidos, más feos, debilitados, y enfermos.
Los Iniciados han dado esas reglas y esos métodos a los humanos, no para privarles de su libertad, sino para evitarles caer en ese estado deplorable."