Pensamiento del martes 19 de Octubre de 2021.
"Cuando todo va bien, los humanos solo se ocupan de sus asuntos, de sus intereses, de sus placeres. Y luego, cuando tienen problemas, penas, de repente piensan en el Señor y se preguntan por qué Él no viene a ayudarlos. Desearían que el Señor se diera cuenta de que allí hay un pobre desgraciado que sufre, y que se acercara a ellos para consolarles y sacarles de este aprieto. Por supuesto, el señor no tiene nada más que hacer,... No quiero decir que no nos ayude, pero somos nosotros los que no sabemos recibir esta ayuda.
Tomemos el ejemplo del sol. El sol es muy poderoso, hace girar todos los planetas, es él quien los arrastra y los vivifica, pero a pesar de todo su poder, si no abrís la cortina, no puede entrar en vuestra habitación. Dejáis la cortina cerrada y decís: “Entra, mi querido sol, te invito”. Y el sol responde: “Pero no puedo. - ¿Por qué? - Abre la cortina que tiraste”. Sí, basta con una simple cortina. Así pues, aquél que lo haya comprendido abrirá la cortina, el sol entrará y la luz le inundará. El sol es un símbolo del Señor. Por supuesto, el Señor es todopoderoso, mueve el universo, pero cuando se trata de correr una cortina, no puede; debemos hacerlo nosotros para que Él pueda entrar y ayudarnos."