Pensamiento del martes 12 de Octubre de 2021.
"El espíritu del hombre es hijo de Dios, chispa inmortal nacida de su seno. Todos los poderes, todo el conocimiento del Señor están contenidos en él. Entonces ¿por qué la mente está tan limitada en sus manifestaciones? Debido al cuerpo físico que todavía es demasiado grosero, demasiado material.
Pero esto no es motivo para despreciar el cuerpo, para martirizarlo, como lo han hecho los cristianos durante siglos. Dios ha construido nuestro cuerpo con gran ciencia, gran sabiduría, es el mejor instrumento que nos ha sido dado, y si sabemos trabajar sobre él cada día para purificar y afinar su materia, lo volveremos capaz de vibrar en armonía con el espíritu.
El hombre que desprecia y descuida el cuerpo, como aquél que solo trata de sacar de él todos los placeres sensuales, se equivoca. Solo aquél que ha comprendido que la misión del cuerpo es manifestar todos los esplendores escondidos en el espíritu, llega a ser un día el templo vivo del espíritu, está en el buen camino. ¿Cómo imaginar que este cuerpo que Dios ha dado al hombre tiene como única función oponerse al espíritu, apagar la llama del espíritu que hace justamente del hombre un hijo de Dios? ¡Es insensato!"