Pensamiento del viernes 21 de mayo de 2021.
"Un mantra, una fórmula sagrada es como un molde que debe ser rellenado de vida intensa, es decir de amor y de fe. Una fórmula pronunciada en voz alta desencadena corrientes que, a través de las Jerarquías celestiales, suben hasta el Trono de Dios. Hay que pronunciar una fórmula al menos tres veces para que pueda alcanzar los tres mundos: físico, espiritual y divino. La repetición de la misma fórmula sin cansarse actúa en las profundidades del subconsciente donde se encuentran las raíces de nuestro ser, y es ahí, en las raíces de nuestro ser, donde tenemos grandes posibilidades de transformación.
El sonido posee una gran fuerza en el plano físico, y por ello es importante pronunciar las fórmulas en voz alta. Si pensáis una fórmula sin pronunciarla, las fuerzas se acumulan únicamente en el plano mental y no hay realización en el plano físico. Para que las fuerzas invisibles tengan posibilidad de actuar, la palabra es necesaria."