"Aquél que tiene necesidad de sacudidas, de catástrofes y de incendios para sentirse vivo, muestra que es todavía un ser primitivo y bárbaro. Por otra parte, lo hemos visto a lo largo de la historia: todos aquellos que incendiaron ciudades y campos, todos aquellos que encendieron piras y hornos crematorios eran bárbaros.
La necesidad de quemar objetos o seres es un resto de salvajismo primitivo. Y es lo mismo en el campo de los sentimientos: aquél que no cesa de encender el fuego de la pasión en él y en los demás, comete un acto de barbarie. Es lo propio de los seres que no han aprendido todavía la manera correcta de calentarse y de calentar a los demás, es decir, que ¡no han aprendido la manera correcta de amar! "
Fuente:
http://www.prosveta.com
27 de julio del 2020