HAMAS asegura que el nuevo plan israelí de edificar 3000 viviendas en la ocupada Cisjordania busca cortar la conexión entre Ramalá y Beit Lahm (Belén).
Los críticos advierten que su construcción dividiría Cisjordania en enclaves norte y sur, y destruiría la posibilidad de un Estado palestino contiguo con Al-Quds este como su capital.
El jueves, Bezalel Smotrich ha anunciado la aprobación de la controvertida construcción de nuevos asentamientos en la Cisjordania ocupada por Israel, lo que preocupa a palestinos y organizaciones de derechos humanos, que temen que esto arruine los planes para un futuro Estado palestino al dividir efectivamente Cisjordania en dos partes separadas.
Construir en E1 es un tema controvertido. Los críticos dicen que está destinado a impedir cualquier expansión de Al-Quds al crear un enlace físico entre Maale Adumim y Jerusalén, y que completaría del todo el medio círculo formado por los asentamientos israelíes alrededor de esta ciudad sagrada para separarlo del resto de Cisjordania y de sus núcleos de población. Casi partiría en dos la ocupada Cisjordania, lo que comprometería las perspectivas de crear un Estado palestino contiguo. Los palestinos describen el proyecto E1 como una empresa enfocada a judaizar Jerusalén.