Pensamiento del domingo 9 de julio de 2023.
"Si observáis cómo se purifica el agua en la naturaleza, constaréis que hay dos procesos posibles. Mediante el primero, el agua penetra en el suelo y atraviesa las distintas capas, abandonando sus impurezas en el camino. Es así como, poco a poco, se vuelva clara, y va a brotar en otro lugar como agua de manantial. Mediante el segundo proceso, el agua se calienta a los rayos del sol, se vuelve ligera, se eleva a la atmósfera en forma de vapor y se regocija en la claridad; se purifica por su propia evaporización, y vuelve a caer sobre la tierra en forma de rocío o lluvia aportando vida a la vegetación.
Para los hombres, existen también dos métodos de purificación. Los que no quieran purificarse por los rayos del sol, deberán descender bajo tierra – simbólicamente – pasar por lugares oscuros y sufrir fuertes presiones. Pero los discípulos eligen el segundo método: se exponen a los rayos del sol espiritual y suben para absorber los elementos más luminosos que les purificará. "