En un acto histórico y trascendental, Rusia y Corea del Norte sellan su unión con una visita sin precedentes del ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, a la capital norcoreana, Pionyang. La ocasión, marcada por las conmemoraciones del 70 aniversario del final de la guerra de 1950-1953, ha desatado una ola de especulaciones y preocupación en Estados Unidos, que observa con creciente inquietud los pasos de estos países.