Pensamiento del domingo 25 de Octubre de 2020.
"Supongamos que el discípulo ha logrado algunas victorias sobre su pereza, su ira, sus celos, su sensualidad, etc... Se dice: “¡Qué fuerte soy! He vencido a las tentaciones”, en ese preciso momento está en peligro, porque es en ese momento en el que se le preparan trampas de tal sutileza que va a caer en ellas sin duda alguna.
Como no es humilde, y se engaña con los pequeños resultados obtenidos, no conoce todavía todas las artimañas de su naturaleza inferior. Es cuando está más seguro de sí mismo cuando la naturaleza inferior se reanima y le prepara algunas sorpresas. Un verdadero discípulo es consciente de los peligros, y cuando ha logrado algunas victorias comienza a inquietarse un poco; se dice: “¿Qué es lo que me espera ahora? ¡No hace falta que triunfe, es demasiado pronto!” Y no solo está vigilante, sino que también sabe que no puede luchar solo, contar exclusivamente con él; suplica al Señor para que venga a instalarse en él y le dé posibilidades de vencer."
Fuente:
http://www.prosveta.com
25 de octubre del 2020