Por Batool Subeiti
14 de noviembre de 2025 - 20:20

LONDRES - Estados Unidos atraviesa una gran crisis económica, por lo que Trump habla de controlar lugares como Groenlandia o el Canal de Panamá, y amenaza con acciones militares contra Venezuela, rica en petróleo, e incluso habla de anexar Canadá.
Esto se debe a que la crisis financiera en Estados Unidos es enorme y su deuda ha superado los 38 billones de dólares. Por lo tanto, busca control sobre tierras nuevas y ricas en recursos y nuevas inversiones.
Ésta es la naturaleza del capitalismo, cuando se agota dentro de ciertos límites, empieza a pensar en la expansión para fortalecer el sistema capitalista. No se conforma sólo con el dominio financiero sobre el sistema financiero global; necesita tierras y nuevas inversiones.
Entre los países que dicen “no” y quieren ser libres y soberanos sobre su propia riqueza se encuentran aquellos que a Trump y a la administración estadounidense no les gustan. Lo mismo ocurre con Irán o cualquier otro país que se oponga al control y la interferencia de Washington en regiones estratégicamente importantes para los intereses occidentales, como Asia occidental.
La misma situación se aplica al norte de América del Sur, los países que no son leales a Estados Unidos y se oponen a su dominio sobre sus recursos y su política. Estados Unidos quiere cambiar sus sistemas y subordinarlos.
Esto requiere ciertas excusas y justificaciones. Por ejemplo, en América del Sur el tráfico de drogas (especialmente en Colombia) está muy extendido. Como los gobiernos de Colombia y Venezuela no están de acuerdo con Estados Unidos, Trump utiliza el tema del narcotráfico y su impacto en los estadounidenses como pretexto para intervenir. Su objetivo no es realmente luchar contra las drogas, ni tampoco es convincente. No es legalmente aceptable a nivel internacional justificar la invasión de otro país con el pretexto de combatir las drogas.
El problema de las drogas pertenece al propio país, es responsabilidad de ese país luchar contra las drogas dentro de sus fronteras. No es una justificación jurídica internacional violar la soberanía de otra nación bajo la bandera de la lucha contra las drogas. Ésta es una excusa débil y endeble para la interferencia política. Cuando Estados Unidos quiere intervenir, siempre tiene que encontrar alguna justificación, incluso una débil.
Su verdadera hostilidad es hacia el gobierno de Maduro en Venezuela, Petro en Colombia y el gobierno cubano, porque Estados Unidos los considera su “patio trasero” Son países ricos en recursos, pero sus sistemas políticos no están en armonía con los de Estados Unidos.
Entonces, el objetivo principal es político. Por ejemplo, Venezuela, que se ha visto sometida a una presión extrema por parte de Estados Unidos con amenazas de acción militar, tiene una gran riqueza en petróleo y gas, así como minerales como oro, hierro y diamantes.
Estos países han experimentado revoluciones y sus gobiernos de izquierda se oponen al dominio y control de Estados Unidos.
El sistema hegemónico capitalista estadounidense mantiene dependientes a los países y pueblos, impidiéndoles desarrollar o controlar sus propios asuntos. Como resultado, la región sigue estando subdesarrollada, como todas las regiones bajo dominación extranjera e influencia colonial.
Fuente:https://www.tehrantimes.com/news/520381/Capitalist-expansion-and-US-intervention-in-Latin-America