Pensamiento del martes 26 de diciembre de 2023.
"Vinculándonos a la Fuente celestial es como haremos brotar nuestra propia fuente. Primero, en nuestro corazón, a través del amor. Pase lo que pase, sean cuales sean las amarguras, las decepciones, las pruebas, debemos mantener siempre abierta en nosotros la fuente del amor, pues es así como se purifica nuestro corazón.
En nuestro intelecto, la Fuente divina desciende como luz. A través de esta luz, evitamos las trampas y los obstáculos, discernimos el camino a seguir y avanzamos por él con seguridad.
Cuando penetra en nuestra alma, la Fuente divina la dilata hasta los confines del universo; nos fundimos con la inmensidad, llevamos a todas las criaturas dentro de nosotros, abrazamos el mundo entero.
Y cuando hayamos conseguido que la fuente fluya en nuestro corazón, nuestro intelecto y nuestra alma, se unirá a la Fuente primordial que es nuestro espíritu, que es Dios mismo, y es así como nos volveremos poderosos como Él."