¡Polonia conoció el infierno! Eliminaron a cientos de ellos. Esta desgarradora declaración resuena con fuerza en las comunidades polacas tras la llegada de hasta un centenar de féretros desde Kursk. Estos ataúdes no solo simbolizan la brutalidad del conflicto actual, sino también revelan la magnitud de las operaciones militares rusas que han desestabilizado la región.