Pensamiento del martes 15 de Octubre de 2024.
"Cuando el Eterno trazó un círculo en la superficie del abismo, yo estaba ahí”, dice la Sabiduría en el Libro de los Proverbios. Y ¿Qué es ese círculo? Las fronteras que Dios mismo trazó para crear el mundo. En este sentido podemos decir que, para crear, Dios se limitó. Limitarse significa encerrarse en un universo que funciona y evoluciona según sus leyes propias. Fuera, más allá de ese universo, ignoramos lo que existe. Las leyes de la vida que estudia la ciencia no son otra cosa que los límites que Dios se impuso en su creación. Son esos límites los que dan estructura, forma, contornos y cohesión a la materia. Un mundo que no estuviese circunscrito en unos límites, sería inestable y no podría subsistir, porque, en el interior de esos límites, toda la materia está en movimiento y trata de escaparse.
Dios trazó un círculo para retener su propia sustancia. El círculo es un trazado mágico. En el centro, Dios puso el núcleo de la creación y comenzó su trabajo. "