Pensamiento del viernes 28 de febrero de 2025.
Cuando dividimos el 1 por el infinito, encontramos la muerte. La vida está en el 1. Debemos, pues, trabajar cada día para acercarnos al 1, que es Dios mismo. Cuando Jesús decía: “Mi Padre y yo somos uno”, mostraba que había realizado esa gran verdad de la unidad: se fundió con el Padre para ser uno con Él. Todas las criaturas que no están inspiradas en la filosofía de la unidad predicada por Jesús, acaban por dislocarse y pierden el sentido de la vida."