Pensamiento del martes 5 de noviembre de 2024.
"En vez de proporcionar a la humanidad confort y armas para favorecer sus instintos de pereza y de agresividad, la ciencia debiera orientar sus investigaciones en otra dirección. ¿Acaso pueden los científicos sentirse orgullosos y felices por haber dado a la humanidad tantos medios para facilitar su destrucción? Y antes de llegar a destruirse completamente, los hombres están perdiendo, poco a poco, su resistencia física y sus facultades psíquicas debido a todos esos aparatos que les dispensan de hacer esfuerzos.
Aparentemente hay progreso, pero en realidad constatamos un debilitamiento de la voluntad y de las facultades espirituales. Por eso hay cada vez más pensadores, y hasta científicos, que empiezan a dudar de que todo ese progreso técnico contribuya al bien de la humanidad. Eso no significa que debamos detener el progreso, no, es la naturaleza misma la que impulsa a los humanos a hacer investigaciones. Pero esas investigaciones deben estar orientadas de forma diferente. Nunca se debe dejar de investigar, de profundizar sobre los misterios de la naturaleza, pero hay que tomar otra dirección, la dirección hacia lo alto, es decir, hacia el espíritu."