Pensamiento del miércoles 4 de septiembre de 2024.
"La moral y la religión predican que debemos olvidarnos de nosotros mismos para pensar solamente en los demás. Esto es magnífico, pero ¿es acaso realizable? Preguntádselo al sol: “Oh sol, tú que iluminas a todas las criaturas, que las calientas, que las vivificas, ¿acaso piensas verdaderamente solo en ellas?” Y os responderá: “¡En absoluto! ¡Solo pienso en mí! Si distribuyo mis bendiciones a todas las criaturas, lo hago por mi: porque me gusta. Por eso, no me estoy continuamente preguntando si merecen todo lo que les doy, me da igual, les dejo tranquilos y libres, pero yo sigo iluminándoles, calentándoles, porque a mí me gusta hacerlo”.
Veis, pues, hasta el sol está de acuerdo en pensar que la necesidad de ocuparse de uno mismo no desaparece nunca, tan solo adopta formas diferentes según el grado de evolución de los seres. Hay que ocuparse de los demás, sí, pero para nuestro propio placer, para nuestro propio progreso. Porque no podemos olvidarnos ni podemos renunciar a nosotros mismos, esto es algo imposible; l, es pensar en nosotros mismos de una manera nueva, hasta que este pensamiento tome una forma tan desinteresada y tan generosa como el sol. "