La guerra entre Israel y Hamás está dejando en evidencia las enormes incongruencias y contradicciones de Occidente. Lo que antes calificaban de 'terrorismo' o 'crimen de guerra' se ha convertido mágicamente en algo normal, razonable y comprensible. Estados Unidos y sus vasallos ponen el grito en cielo no en función de lo que se haga, sino en función de qué país lo haga.