Pensamiento del jueves 21 de septiembre de 2023.
"Un ciego y un cojo fueron llevados un día ante el juez, pues se les acusaba de haber robado toda la fruta de un manzano. El cojo decía: “Pero, señor juez, ¿cómo podría haberlo hecho? ¡no tengo piernas!” Y el ciego: “Y yo, señor juez, ¿cómo podría haberlo hecho?, ¡no veo nada!” Lógicamente, todo el mundo se quedó perplejo. Pero entre los asistentes, alguien algo más listo que los demás gritó: “Si el cojo se sube sobre los hombros del ciego, pueden perfectamente coger todos los frutos del árbol”. Y así ocurrió: el ciego llevaba al cojo y el cojo, que veía bien, le decía: “A la izquierda... a la derecha... un poco hacia delante... un poco hacia atrás”.
Pues bien, el cojo es el intelecto sobre los hombros del ciego, el corazón. El corazón, el sentimiento, está abajo, desea, anhela. Y el cerebro, el intelecto, que está arriba, lo orienta para que juntos consigan sus fines. Así es como el corazón y el intelecto trabajan juntos para cometer crímenes o buenas acciones, según estén o no instruidos por el alma y por el espíritu. "