Pensamiento del jueves 7 de septiembre de 2023.
"Los padres deben intentar comprender las relaciones sutiles que sus hijos pequeños tienen con los mundos visible e invisible, pues los niños poseen una sensibilidad que sus padres, por ser adultos, han perdido. Esta sensibilidad proviene de un pasado lejano en el que los humanos tenían conciencia de pertenecer totalmente a ese organismo vivo que es la naturaleza; por eso, tanto los animales como las plantas, las piedras y los objetos, les parecen seres muy próximos a ellos, les hablan, son sus amigos.
Incluso algunos niños entran en contacto con los espíritus de la naturaleza, los ven, les sonríen, mantienen conversaciones con ellos, escuchando y respondiendo. Pero poco a poco, debido a su educación, del lenguaje y de la actitud de los adultos, pierden ese contacto. Para el bien de sus hijos, y también para su propia evolución interior, los padres deben, pues, ocuparse de esta cuestión. Que observen a sus hijos en sus primeros años, con el fin de leer en el libro de su alma las verdades secretas de la vida."