Pensamiento del domingo 28 de mayo de 2023.
"Nada es más precioso para el hombre que la visita del Espíritu Santo. Es como un flechazo celestial, y no hay experiencia más sublime y más llena de sentido. Pero el hombre no se vuelve inmediatamente consciente, todopoderoso y perfecto, por haber recibido ese flechazo, no; solamente recibe las posibilidades para llegar a serlo, y a él le corresponde trabajar con ese fuego. Desgraciadamente, también puede suceder que pierda esa gracia, que pierda al Espíritu Santo, y esa es la pérdida más terrible que pueda tener un ser humano. Muchos espiritualistas, místicos, Iniciados que poseían ese fuego lo perdieron de una manera o de otra. Algunos lograron reconquistarlo, pero ¡a costa de cuántos sufrimientos, de cuánto arrepentimiento, de cuánto trabajo! Tuvieron que humillarse, tuvieron que suplicar durante mucho tiempo para que el fuego aceptase volver; pero a partir del momento en que acepta, se agarra con tal fuerza, echa sus raíces tan profundamente en el interior del ser, que ya jamás le abandona: dirige, ordena y orienta su vida."