Pensamiento del jueves 9 de enero de 2025.
"Según la tradición, la creación del mundo empezó con la luz. Dios creó primero la luz, es decir, el fuego, porque la luz es una manifestación del fuego primordial. En el principio de todo está, pues, el fuego, y el fuego está en el fondo de cada cosa.
Incluso lo que los Iniciados han llamado el elixir de la vida inmortal, no es otra cosa que una condensación de fuego. Por eso, aquél que tomaba un trago de ese elixir, sentía como si un fuego penetrase en él y le quemara. Ese fuego le dejaba aplastado, pero unos instantes después, ya repuesto, sentía como todo el organismo se había liberado de sus impurezas, venciendo a la enfermedad y a la muerte. Para quemar las impurezas que impiden que las corrientes circulen a través del cuerpo físico y de los cuerpos espirituales, hay que recurrir al fuego, al fuego del amor divino, al fuego que libera. Pero ese fuego solo puede ser atraído por el hombre si hace sacrificios, si se decide a trabajar no ya para sí mismo sino para el Principio divino."