Pensamiento del miércoles 13 de noviembre de 2024.
"En el origen, al principio de todas las cosas, está la luz. Y la luz, es el Cristo, el Espíritu solar. Porque el Espíritu de Cristo se manifiesta primero en la séfira Hochmah, la primera gloria, el Verbo, de quien San Juan dice en su Evangelio que nada fue hecho sin él. Y se manifiesta después bajo otro aspecto, en Tipheret, el sol.
Por eso, cuando vais a ver la salida del sol por la mañana, pensad que, al conectaros con él, os conectáis con su espíritu, sí, con el espíritu del sol que es el espíritu de Cristo, que es una emanación de Dios mismo. No basta con exponerse al sol, ni con mirarle; para entrar verdaderamente en contacto con la quintaesencia de su luz, es preciso que sea vuestro espíritu el que pueda conectarse con él, entrar en él. En cuanto os sumergís en el mundo de la luz, algunas partículas de esa luz penetran en vosotros y recibís la revelación del esplendor divino. "