Pensamiento del Sábado 9 de noviembre de 2024.
"Los humanos se las arreglan siempre para que todo aquello que podría servir para su salvación y para la de los demás, solo sirva finalmente para su ruina. ¿Por qué sucede eso? Ausencia de luz, codicia, necesidad de dominación. Observad, cuántos investigadores han lamentado haber revelado los descubrimientos que habían hecho, porque éstos cayeron inmediatamente en manos de gente que se han servido de ellos para hacer daño, de una forma u otra, a sus semejantes, para esclavizarles, para destruirles, para explotarles.
Incluso los Iniciados, los Maestros espirituales, se han visto obligados siempre a preocuparse de esta cuestión, porque llegaron a constatar que las verdades que revelaban a los humanos para ayudarles, podían, al contrario, conducirles a su perdición. Por eso dieron este precepto: “Saber, querer, osar y callarse”. Cuando los humanos estén más evolucionados, se les podrán hacer ciertas revelaciones, pero mientras tanto, a menudo, vale más callarse y seguir el consejo de Jesús de “no echar perlas a los cerdos”."