Pensamiento del lunes 26 de agosto de 2024.
"La creación es la obra del número 2. Pero ¿qué es el número 2? El 1 polarizado en positivo y negativo, en masculino y femenino, en activo y pasivo. En cuanto hay manifestación, hay partición, hay división. Para mantenerse y hacerse conocer, el 1 debe hacerse divisible. La unidad es el privilegio de Dios mismo, su dominio exclusivo. Para crear, Dios, el 1, tuvo que hacerse 2; en el 1 no puede haber creación, porque no puede haber intercambios. Dios se proyectó, pues, fuera de Sí mismo polarizándose, y el universo nació de la existencia de esos dos polos. El polo positivo ejerce una atracción sobre el polo negativo, e inversamente. Es ese mecanismo de acción y reacción recíproca el que desencadena y mantiene el movimiento de la vida. La detención de este movimiento supondría el estancamiento y la muerte, el retorno al estado de indiferenciación primera. "