Pensamiento del lunes 10 de febrero de 2025.
"El alimento, tal cual es, no está verdaderamente preparado para ser absorbido por nuestro organismo. Debemos esforzarnos para domesticarlo, para convertirlo en nuestro amigo, porque si no, seguirá siendo una materia extraña. Sí, incluso el alimento es una materia extraña porque no vibra al unísono con nosotros. Por eso hay que comer en silencio, con atención, con amor, con gratitud; son esos estados de conciencia los que logran cambiar el alimento.
Este es también el sentido de las oraciones, de los ritos de la bendición antes de las comidas. Estas bendiciones no les añaden a los alimentos ninguna cualidad nutritiva; sirven solamente para influenciar el alimento con el fin de que sea bien aceptado por aquellos que van a tomarlo, para que entre en armonía en los planos sutiles con sus propias vibraciones."