Pensamiento del Sábado 18 de mayo de 2024.
"En un sentido muy amplio, puede considerarse que el verbo es la síntesis de todas las expresiones de la vida interior del hombre, emanaciones producidas por sus pensamientos, sus sentimientos. Y en este sentido, el verbo se opone a menudo a la palabra.
Por ejemplo, un hombre detesta a su vecino, pero para ocultar la desconfianza, mientras medita su ruina, le manifiesta cada día su amistad, y el pobre desgraciado da crédito a sus palabras. Y cuántas veces la palabra, en lugar de ser el fiel reflejo de la realidad de los hechos, solo se utiliza para despertar en las personas ciertas reacciones: ¡la desconfianza, el odio, la rebelión, u otros sentimientos que aquél que habla tiene interés en despertar! Entonces, desconfiad de la palabra. Evidentemente, se podría objetar que la palabra conserva también, la mayor parte del tiempo, su papel mágico, es decir el de transformar la realidad. Sí, pero no es en ese sentido que debe transformarla. El poder mágico de la palabra solo debe utilizarse para el bien"