Pensamiento del domingo 20 de Octubre de 2024.
"Podemos explicar muy bien por qué los humanos tienen tal opinión o tal comportamiento. Hasta podemos comprender que cometan toda clase de errores y tonterías. Pero admitir que piensan y actúan conforme a la verdad, eso ya es otra cosa. Cada uno se pronuncia según sus facultades, sus capacidades, su temperamento, sus necesidades, eso es todo. Y cuando dicen: “creo esto, creo aquello…” con la seguridad de enunciar una verdad eterna, ¡qué presunción! Como si bastase que crean o no una cosa para que sea la verdad…
¡La cuestión no es creer o no creer! La cuestión es estudiar, verificar. Así es como nos acercamos a la verdad. El que dice: “yo creo”, ¿sabe acaso por qué cree? ¿Qué le ha inspirado esa creencia? ¡Cuántas cosas creen los humanos porque les conviene, porque les interesa, porque corresponden a sus necesidades, a su sensibilidad, a sus intereses!... Pues bien, que crean todo lo que quieran, tienen derecho a ello, pero que no se imaginen que lo que creen es la verdad y, sobre todo, ¡que no traten de imponerlo a los demás!"