Pensamiento del jueves 4 de enero de 2024.
"¡Cuántos músicos y poetas han soñado con poseer la lira de Orfeo para dominar la naturaleza y encandilar a los humanos! En realidad, la lira de Orfeo no es un instrumento musical sino un símbolo del hombre en sí mismo. Las siete cuerdas representan los siete cuerpos: físico, etérico, astral, mental, causal, búdico y átmico. Cada cuerda posee su propia vibración, y nos pone en comunicación con determinadas regiones de los mundos visible e invisible y con sus habitantes.
La mayoría de los humanos se contentan con hacer vibrar una sola cuerda: su cuerpo físico; no se preocupan demasiado de las otras cuerdas, y por eso solo chirrían. Los discípulos de la Escuela Iniciática estudian la naturaleza y las propiedades de cada cuerda, de cada cuerpo, y se ejercitan en desarrollarlas. Estos ejercicios conciernen a la totalidad del ser, representan pues una nueva forma de vivir que afecta a los menores actos de la vida cotidiana, porque la finalidad es conseguir que no exista ninguna disonancia entre el cuerpo físico, el corazón, el intelecto, la voluntad, el alma y el espíritu. Aquél que ha comprendido el profundo simbolismo de la lira de siete cuerdas, se convierte, él mismo, en una lira que vibra al unísono con todo el cosmos, y es recibido entre los hijos del Cielo."