Pensamiento del martes 13 de mayo de 2025.
"Todos desean la riqueza porque piensan: “Cuando sea rico, podré obtenerlo todo”. Sí, es verdad, y es normal desear la riqueza, siempre que no se identifique con el dinero. Si buscáis el dinero, incluso cuando lo hayáis obtenido, no tendréis la sensación de ser verdaderamente ricos.
La única riqueza que puede verdaderamente enriquecernos es aquella de la que hablaba Jesús cuando dijo: “Atesorad tesoros en el Cielo, donde los gusanos y el orín no destruyen, y donde los ladrones no penetran ni roban”. Es Dios mismo el que ha puesto en el hombre el deseo de riquezas, pero ¿qué riquezas? Mientras se contente con satisfacer ese deseo en el plano físico, en vez de buscar satisfacerlo en las regiones más elevadas del alma y del espíritu, nunca será rico, ni feliz, ni libre.
Algunos piensan que un espiritualista debe despreciar las riquezas. He aquí otro error. La espiritualidad consiste en saber dónde encontrar las verdaderas riquezas."