Mientras que Donald Trump, impone aranceles masivos que sacuden el orden comercial global, Rusia observa con serenidad el debilitamiento de sus rivales. Dmitri Medvedev, figura clave del Kremlin, advirtió que las represalias serán inevitables y con tono desafiante, señaló que la economía europea se encamina hacia una decadencia inevitable, comparándola con un cadáver a la deriva.