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Omraam Mikhaël Aïvanhov

Pensamiento del jueves 31 de Octubre de 2024.

"Observáis a las personas ir y venir por las calles de una ciudad, se codean, se cruzan, pero cada uno sigue su camino, preocupado únicamente por sus propios asuntos y así, separados, no tienen ningún poder. Pero he aquí que de esa multitud heterogénea surge un hombre que empieza a hablar: su determinación y su audacia hace que los transeúntes se detengan primero y después se acerquen y le escuchen, e incluso, en ciertos casos, arrastrados por la fuerza de su convicción, algunos se disponen a seguirle para hacer triunfar una idea. En cuando aparece una cabeza, inmediatamente todos se juntan a su alrededor, y entonces ¡qué fuerza!, ¡qué poder, representa esa multitud!
Pues bien, ahí tenéis una imagen de lo que sucede en vosotros. Todos vuestros órganos y las células de vuestros órganos se manifiestan de forma desordenada, incoherente, y por eso no lográis encontrar el sentido de vuestra vida: todo está demasiado disperso, dislocado. Decidíos a presentaros ante ese pueblo que os habita y a hablarle con el fin de encaminarle hacia una dirección divina. “La unión hace la fuerza” no debe ser solamente el lema de una sociedad, de un país, sino también la del ser humano mismo. El hombre debe despertar todas las fuerzas que están presentes en su conciencia, en su subconciencia, en todas sus células, y juntarlas alrededor de una idea central, con el fin de hacer aparecer la imagen de Dios escondido en él. "