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Omraam Mikhaël Aïvanhov


Pensamiento del miércoles 4 de marzo de 2020.

"Jesús dijo: “Sois templos del Dios vivo”. Efectivamente, un ser humano que ha sabido reforzar su voluntad, purificar su corazón, iluminar su intelecto, expandir su alma y santificar su espíritu, un ser así se ha convertido en un verdadero templo, y puede invitar al Señor a venir a habitarlo.
Desgraciadamente, la mayoría de los humanos no cuidan en absoluto su templo, no dejan de estropearlo sirviéndose de él para satisfacer sus instintos y buscar todos los placeres: el cuerpo no es entonces un templo, es un establo, una cuadra. Es como en el Templo de Jerusalén donde los mercaderes habían llevado todo tipo de ganado y de aves que vendían, y nadie se indignaba, todo el mundo lo encontraba normal. Pero Jesús cogió cuerdas para formar un látigo y expulsó a todos diciendo: “Fuera de aquí, no hagáis de la casa de mi Padre una casa de comercio”.
Por tanto, no imitéis a los mercaderes del Templo, no hagáis de vuestro cuerpo una guarida de animales; si no, no será el Señor el que venga a habitarlo, sino entidades inferiores, indeseables que aman mucho las suciedades y se alimentan de materias impuras."



Fuente:
http://www.prosveta.com
04 marzo 2020