Pensamiento del jueves 6 de diciembre de 2018.
"La justicia divina tiene sus leyes que no son siempre idénticas a las de la justicia humana. Tomemos un ejemplo. Queréis prestar servicio a alguien, pero he ahí que por vuestra ignorancia o por vuestra torpeza, es víctima de un accidente; la justicia terrestre, que no conocía vuestros móviles, os condena por vuestros actos. Pero la justicia de arriba, que conocía vuestras buenas intenciones, dejará quizás que las leyes humanas os castiguen porque eso no le concierne, pero os recompensará ampliamente por vuestra generosidad.
A la inversa, podéis en apariencia actuar correctamente con respecto a alguien, pero con la intención oculta de inducirle a error, de abusar de él; en la tierra seréis apreciados, felicitados, pero el Cielo os castigará porque los tribunales celestes os juzgarán, no de acuerdo con vuestros actos, sino de acuerdo con vuestros móviles. El ámbito de los actos y el de los móviles no depende de la misma jurisdicción. Es bien cierto que, si vuestros móviles, así como vuestros actos, son irreprochables, seréis recompensados por ambas partes; y si por ambas partes transgredís las leyes, los dos tribunales os condenarán.""La justicia divina tiene sus leyes que no son siempre idénticas a las de la justicia humana. Tomemos un ejemplo. Queréis prestar servicio a alguien, pero he ahí que por vuestra ignorancia o por vuestra torpeza, es víctima de un accidente; la justicia terrestre, que no conocía vuestros móviles, os condena por vuestros actos. Pero la justicia de arriba, que conocía vuestras buenas intenciones, dejará quizás que las leyes humanas os castiguen porque eso no le concierne, pero os recompensará ampliamente por vuestra generosidad.
Fuente:
http://www.prosveta.com
06 de Diciembre 2018