Pensamiento del jueves 21 de septiembre de 2017.
"A pesar de que los predicadores cristianos se esfuerzan por recordar el precepto dado por Jesús: «Amad a vuestros enemigos», hay verdaderamente muy pocas personas capaces de aplicarlo. La mayoría no sabe ni siquiera amar a sus amigos, así que ¿cómo podrían amar a sus enemigos? ¡Es tan difícil! Para alcanzar esta concepción desinteresada e impersonal del amor, es necesario unirse a un ser que sea el ejemplo más evidente de este precepto: el sol. Observad: a pesar del comportamiento de los humanos, el sol continúa enviándoles su luz y su calor, les alimenta, les vivifica.
Si queréis conocer la moral más elevada, la encontraréis en el sol, y sólo cerca de él. Y como lo que representa el sol en vuestro ser es vuestro espíritu, al contemplar el sol, esforzaos en elevaros hasta esas regiones del espíritu donde sintáis que nada os puede alcanzar. Porque sólo desde allí podréis continuar, pase lo que pase, enviando vuestra luz y vuestro amor."
"A pesar de que los predicadores cristianos se esfuerzan por recordar el precepto dado por Jesús: «Amad a vuestros enemigos», hay verdaderamente muy pocas personas capaces de aplicarlo. La mayoría no sabe ni siquiera amar a sus amigos, así que ¿cómo podrían amar a sus enemigos? ¡Es tan difícil! Para alcanzar esta concepción desinteresada e impersonal del amor, es necesario unirse a un ser que sea el ejemplo más evidente de este precepto: el sol. Observad: a pesar del comportamiento de los humanos, el sol continúa enviándoles su luz y su calor, les alimenta, les vivifica.
Si queréis conocer la moral más elevada, la encontraréis en el sol, y sólo cerca de él. Y como lo que representa el sol en vuestro ser es vuestro espíritu, al contemplar el sol, esforzaos en elevaros hasta esas regiones del espíritu donde sintáis que nada os puede alcanzar. Porque sólo desde allí podréis continuar, pase lo que pase, enviando vuestra luz y vuestro amor."