Pensamiento del lunes 18 de septiembre de 2017.
"Todo vive, todo vibra, todo irradia. Si fueseis clarividentes, veríais este resplandor de toda la creación. Pero aunque no lo veáis, podéis sentirlo, lo que aún es más importante porque, para la vida interior, la vida espiritual, sentir es superior a ver.
Se puede ver y no sentir nada. La prueba está en lo que hacen la mayoría de los humanos: ven, pero no se benefician mucho de lo que ven, porque están como encerrados en sí mismos, con las puertas y las ventanas tapiadas; nada puede llegar hasta su conciencia, a su sensibilidad. Y si Dios en persona acudiera a visitarles, ¡sin duda se contentarían con mirarle con un aire crítico, porque muchas cosas de Él no les gustarían! Así pues, sólo ver no cambia nada en profundidad; es la sensación la que nos proporciona el mejor conocimiento de la realidad."
"Todo vive, todo vibra, todo irradia. Si fueseis clarividentes, veríais este resplandor de toda la creación. Pero aunque no lo veáis, podéis sentirlo, lo que aún es más importante porque, para la vida interior, la vida espiritual, sentir es superior a ver.
Se puede ver y no sentir nada. La prueba está en lo que hacen la mayoría de los humanos: ven, pero no se benefician mucho de lo que ven, porque están como encerrados en sí mismos, con las puertas y las ventanas tapiadas; nada puede llegar hasta su conciencia, a su sensibilidad. Y si Dios en persona acudiera a visitarles, ¡sin duda se contentarían con mirarle con un aire crítico, porque muchas cosas de Él no les gustarían! Así pues, sólo ver no cambia nada en profundidad; es la sensación la que nos proporciona el mejor conocimiento de la realidad."